Es muy probable que hayas encontrado innumerables respuestas de toda índole a esta pregunta en libros, panfletos, redes sociales, Wikipedia o algún amigo o compañero que te haya dado una versión express.
Desafortunadamente, la mayoría de las respuestas no suelen fundamentarse en la fuente más fidedigna y veraz y que es la autorizada a dar esta respuesta. Se trata, por lo tanto, de una fuente que nadie discutiría su veracidad o legitimidad para esta definición. Obviamente estamos hablando de El Honrado Al-Corán, la revelación inspirada a Muhammad para ser transmitida a la humanidad y que alberga las respuestas más veraces sobre el Islam.
Para empezar, antes de desarrollar la respuesta, podríamos comenzar por definir el propio término «Islam«. En la lengua del Corán, para conocer un término debemos devolverlo a su forma original, es decir, su raíz de acción. Existen varias aleyas que nos ayudan en este sentido. Veamos un ejemplo en la azora 49 aleya 17 dice así:
يَمُنُّونَ عَلَيْكَ أَنْ أَسْلَمُوا ۖ قُل لَّا تَمُنُّوا عَلَيَّ إِسْلَامَكُم ۖ بَلِ اللَّهُ يَمُنُّ عَلَيْكُمْ أَنْ هَدَاكُمْ لِلْإِيمَانِ إِن كُنتُمْ صَادِقِينَ
Mucha gente piensa que te han hecho un favor por haberse entregado. Di: “¡No toméis vuestro Islam como un favor a mí: no, es Dios quien os hace un favor al mostraros el camino del imán –si sois fieles a vuestra palabra!”
En esta aleya está bien señalado el verbo raíz y su correspondiente sustantivo derivado del mismo. Es decir, el sustantivo Islam deriva del verbo Aslama. Así que la raíz es: aslama – iaslimu – islam
Existe un error muy común al estudiar la etimología del término Islam al confundirlo con la raíz sal-lama iusal-limu. Esta confusión se debe a que ambos verbos significan «entregarse», es decir, tanto aslama como sal-lama tienen el sentido de entrega. Pero hay un matiz de diferencia semántica importante que también lo aprendemos del propio uso coránico. Este segundo verbo no deriva en el sustantivo Islam sino en el sustantivo Tasliim. Esto lo vemos en la azora 4 en la aleya 65:
فَلَا وَرَبِّكَ لَا يُؤْمِنُونَ حَتَّىٰ يُحَكِّمُوكَ فِيمَا شَجَرَ بَيْنَهُمْ ثُمَّ لَا يَجِدُوا فِي أَنفُسِهِمْ حَرَجًا مِّمَّا قَضَيْتَ وَيُسَلِّمُوا تَسْلِيمًا
¡Pero no! ¡Por tu Maestro! No tendrán certeza hasta que no te hagan juez de todo aquello en lo que discrepan, y no encuentren en sus corazones obstáculo alguno para aceptar tu decisión y acepten entregarse de lleno.
Siguiendo el uso de ambos sustantivos en el resto de las aleyas del Corán, se desvela que hay dos tipos de entrega que se enmarcan en diferentes dimensiones. Tasliim es una entrega al Mensajero o al Mensaje, que en numerosas ocasiones se tratan como lo mismo, es decir, el Mensaje se trata como Mensajero, en tanto que alberga lo que el Mensajero transmitió. Por lo tanto, Tasliim es un estado de aceptación de la inspiración Divina sea mediante el Mensaje o el Mensajero.
En cambio Islam es una entrega para operar en la creación Divina, tiene un sentido más proactivo y más universal, se trata de un estado de sincronía con la creación y las leyes Divinas, un anhelo a fluir dentro del Orden Divino, o lo que el Corán llama un estado de Tasbiih. Es un estado cósmico que afecta cada partícula en la existencia, es el anhelo de entrega natural en el que opera el sol, la nube, un pájaro, una hoja de árbol o una nebulosa. Este Orden cósmico Divino es lo que injustamente se suele traducir como religión y que el Corán llama Diin. Esto lo observamos de forma nítida en el Corán como en la azora 3 aleya 83:
أَفَغَيْرَ دِينِ اللَّهِ يَبْغُونَ وَلَهُ أَسْلَمَ مَن فِي السَّمَاوَاتِ وَالْأَرْضِ طَوْعًا وَكَرْهًا وَإِلَيْهِ يُرْجَعُونَ
¿Buscan acaso un Diin que no sea el de Dios, cuando todos los que están en los cielos y en la tierra se entregan a Él, voluntariamente o por la fuerza, ya que a Él tienen que volver?
En resumen, Islam es un estado de entrega voluntaria que manifiesta un anhelo de fluir y sincronizarse con el Orden Divino en esta creación, con el fin de lograr una armonía en esta existencia, un sendero recto hacia la paz, Assalam, es decir, Dios, y validar el alma para la eternidad. Así que, se trata de un estado de entrega operativo y proactivo y no de una entrega pasiva. Fluir ajustándose y sincronizándose con el Orden Divino, con el Diin, no sólo es lograr un estado de paz sino que, a la vez, operar para pacificar.
Aunque esta senda está marcada en cada alma de forma natural, o lo que el Corán llama Fitrah, las revelaciones e inspiraciones Divinas como el Honrado Al-Corán se presentan como recuerdo y guía de dicha senda, una bendición para inspirar, ayudar en el recuerdo y guiar a los creyentes conscientes.
Por lo tanto, la definición coránica de Islam, se aleja mucho de las definiciones históricas, culturales o políticas. El Islam no es una religión sino un estado de entrega y sincronía con la creación. Esto es lo que enseña el Mensaje del Corán sobre lo que es el Islam.
Todo lo que contiene el Mensaje del Corán está configurado para señalar la senda de ese estado de entrega, el cual supone un medio para un fin, aserenar el alma para que pueda trascender hacia Assalam, la paz, Dios. Todas las enseñanzas coránicas sobre la naturaleza del alma, las metáforas, las historias arquetípicas, los límites, las recomendaciones, las indicaciones, son todo ello una guía que señalan el Islam como el estado para transitar el sendero hacia Assalam.