El pueblo sudafricano y el pueblo palestino comparten la histórica lucha contra los regímenes coloniales y la ocupación occidental, y también comparten el coraje de sus movimientos de resistencia. Ambos pueblos y sus líderes, han mantenido estrechas relaciones de apoyo en sus luchas por la liberación.
Esto ha quedado demostrado el pasado 11 de enero cuando Sudáfrica expuso su acusación contra Israel por genocidio ante el Tribunal Mundial de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Israel ha negado la acusación, considerándola “infundada”, a pesar de las claras y contundentes intervenciones del equipo jurídico sudafricano y las múltiples pruebas presentadas respecto a la violación a la Convención sobre el Genocidio de 1948. Ambos países adhieren a la Convención, la cual obliga a los Estados parte a desistir de actos genocidas como así también a prevenirlos.
La guerra ha superado los 100 días y los números estremecen: más de 24 mil palestinos asesinados en Gaza por los bombardeos masivos e indiscriminados del ejército israelí y más de 60 mil heridos y mutilados, siendo casi el 70 por ciento mujeres y niños. Sudáfrica señala un «patrón de conducta genocida” por parte del Estado israelí, descripto en los siguientes 8 puntos que son parte de su denuncia ante la CIJ:
- La matanza masiva de civiles palestinos: esto implica un alto porcentaje de niños para quienes “la muerte está en todas partes” y “ningún lugar es seguro”. Hay que agregar que Israel impone restricciones e incluso impide acciones de rescate, por lo que hay una gran cantidad de desaparecidos, y se presume que sus cuerpos continúan atrapados entre los escombros, o han quedado en los lugares en que fueron asesinados. Las matanzas son tan extensas y numerosas que se han tenido que utilizar fosas comunes para su entierro e incluso hay cuerpos enterrados sin identificar. A este cruel escenario se suma que existe el riesgo inminente para los palestinos de morir de hambre, deshidratación y enfermedades, resultado del asedio y la insuficiente ayuda humanitaria que puede llegar a la población.
- El causar graves daños físicos y psíquicos a la población mediante la imposición de condiciones de vida destructivas: muchos han sufrido de amputaciones que no pueden ser atendidas de forma adecuada, ya que la atención médica con la que se dispone es insuficiente, al igual que los medicamentos y la anestesia. Muchos aguardan muertes agonizantes en la zona norte de Gaza y no existen zonas seguras en ningún sector de la Franja. El trauma y el daño psíquico es alarmante y se presenta en los altos porcentajes de cuadros de angustia y depresión, enuresis, mutismo reactivo, autolesiones e ideación suicida. Muchos niños han quedado huérfanos y sin ningún familiar vivo, siendo los únicos sobrevivientes. Por otra parte, la deshumanización y el trato cruel, inhumano y degradante al que es sometido el pueblo palestino a manos de Israel, condiciones que se han acentuado desde octubre, es parte de su realidad cotidiana. Civiles, incluidos niños, personas mayores y discapacitadas, personal médico y de defensa civil son arrestadas, vendadas, obligadas a desnudarse y quedarse a la intemperie sin importar el clima y a la espera de ser trasladaos a lugares desconocidos.
- Expulsión masiva de sus hogares y el desplazamiento forzado de la población: el 85 por ciento de la población de la Franja de Gaza ha sido obligada a abandonar sus hogares, quienes no han podido hacerlo o se han negado, han sido asesinados o corren riesgo de serlo. Israel ha dictado órdenes de evacuación que implicaron el desplazamiento de más de un millón de palestinos, órdenes que han ignorado la imposibilidad de quienes se encuentran hospitalizados y del asedio que yace sobre toda la Franja. No hay lugares seguros ni rutas seguras. Esto ha quedado claro cuando la población civil que se desplazaba ha sido atacada, detenida ilegalmente o bombardeada en las supuestas rutas seguras. Además, el daño a la infraestructura, las áreas residenciales y las viviendas hace que la evacuación sea permanente. La masiva destrucción torna imposible el regreso a sus hogares a miles de palestinos.
- El asedio por la privación de acceso a agua y alimentos: el 9 de octubre Israel declaró el “asedio total” impidiendo la entrada de alimentos, agua y el suministro de electricidad y combustible. La entrada posterior de camiones de ayuda humanitaria es insignificante frente a las necesidades de la población, además de que es imposible la llegada a la mayoría de los necesitados por los bombardeos y hostilidades, las restricciones impuestas a la circulación y la escasez de combustibles, más la interrupción de las comunicaciones. Impedir deliberadamente “el agua, los alimentos y todo lo necesario para cualquier tipo de vida” es “una campaña cruel”, emprendida “contra la toda la población de Gaza”. El castigo colectivo por parte de Israel es evidente y las condiciones se han vuelto cada vez más crueles por la destrucción de panaderías, molinos e instalaciones de agua, el arrasamiento de tierras agrícolas, del ganado y los cultivos. El agua está agotada y la planta desalinizadora no funciona al igual que la mayor parte del sistema de distribución. Las mujeres lactantes están directamente afectadas por esta situación, ya que no pueden hidratarse correctamente. Incluso los niños recién nacidos están muriendo por causas evitables y la desnutrición de niños mayores se plantea como grave y persistente, ya que afecta a futuro su correcto desarrollo físico y cognitivo. La intención de Israel de inundar los túneles con agua de mar implica una contaminación perdurable que llevará a una catástrofe ecológica dejando a Gaza sin agua potable y sin condiciones de vida posibles para todos.
- La privación de acceso a la vivienda, vestimenta, higiene y saneamiento adecuado: los desplazados buscan refugio en las instalaciones de la UNRWA, escuelas y tiendas de campaña que tampoco son lugares seguros, ya que a pesar de haber sido informados sobre sus localizaciones, Israel los ha atacado. Quienes no llegan a estos refugios se ven obligados a quedarse en casas particulares, en instalaciones gubernamentales o patios de hospitales en los que levantan campamentos improvisados, sin ningún acceso a comida, agua o instalaciones sanitarias. Otros quedan en las calles, expuestos a todo. Algunos refugios cuentan con un solo baño, mientras que otros no tienen ninguno. Es imposible mantener la higiene personal, y las niñas y mujeres que menstrúan se ven particularmente afectadas al igual que los recién nacidos que están muriendo por causas evitables debido a la falta de saneamiento, alimentos, agua y atención médica adecuados. La escasez de ropa de abrigo y mantas es otra de las situaciones que enfrentan los palestinos. Para cocinar y calentarse frente a las bajas temperaturas utilizan la madera que pueden recuperar y los residuos. La escasez de agua afecta también la capacidad de lavar, limpiar y cocinar. Las aguas residuales y la imposibilidad de resguardarse frente a las bajas temperaturas aumentan exponencialmente la propagación de enfermedades infecciosas y respiratorias.
- Privación de asistencia médica adecuada: los ataques israelíes no han ignorado el sistema de salud, atacándolo en más de una oportunidad, tanto a su infraestructura como a sus pacientes y trabajadores sanitarios. Los ataques y el asedio a hospitales incluyen el dejarlos sin electricidad y combustible para el funcionamiento, incluso de sus equipos, atacando generadores y paneles solares de hospitales, como así también estaciones de oxígeno y tanques de agua. También se les impide que reciban suministros, se ordenan sus evacuaciones y cierre para luego destruirlos. El ejército israelí también ha atacado ambulancias, convoyes médicos y socorristas. La destrucción sistemática de los hospitales y el asesinato de su personal médico implican consecuencias más complicadas para afrontar en el futuro y también para su reconstrucción. Muchos palestinos han muerto y han sido heridos durante los ataques a los hospitales y centros de salud, también bebés y niños, ya sean víctimas de ataques directos armados, o por cortes de suministro eléctrico y falta de insumos o por obligarlos a desplazarse del lugar, incluso gravemente heridos.
- Destrucción de la vida palestina: el ataque israelí tiene por objetivo a “todo” lo que pueda suponer la continuidad de la existencia del pueblo palestino. Sus edificios institucionales no han quedado exceptuados: el Palacio de Justicia, el Consejo Legislativo, el Archivo Central de Gaza han sido blanco de los ataques, perdiéndose así registros judiciales junto a otros archivos esenciales históricos y registros destinados al futuro desarrollo urbano de Gaza. Los lugares de culto también fueron atacados, mezquitas e iglesias han sido destruidas. En Gaza son víctimas tanto musulmanes como cristianos; cristianos que se refugiaban en las iglesias han sido asesinados en ataques directos por parte de Israel. La destrucción del patrimonio histórico y cultural palestino no tiene por objetivo sólo a sus edificios y monumentos, sino también a sus representantes, académicos, figuras públicas, médicos, periodistas, escritores, músicos, artistas y científicos han sido atacados y asesinados directamente por Israel, que apunta a la destrucción de la memoria y de todo registro simbólico del pueblo palestino. Las acciones de Israel son calculadas y dirigidas a causar condiciones de vida destructivas en Gaza.
- La imposición de medidas destinadas a impedir los nacimientos palestinos: las estimaciones nos dicen que el 70 por ciento de los muertos en Gaza son mujeres y niños y que por hora mueren dos madres. Hay testimonios de que los soldados israelíes asesinan de forma directa a mujeres embarazabas que buscan atención médica. La falta de acceso a la salud ha provocado partos inseguros e incluso cesarías sin anestesia. También se practican histerectomías para salvar vidas de mujeres ante hemorragias posparto por la falta de suministros médicos. Los nacimientos prematuros han aumentado por el estrés y el desplazamiento de las mujeres obligadas a caminar largas distancias para salvaguardarse. Esos niños recién nacidos se exponen a morir por causas totalmente evitables como cuadros gastrointestinales o hipotermia. Los bebés con bajo peso y que necesitan el soporte de incubadoras, han muerto por la falta de combustible o por el abandono en los hospitales luego de que Israel ordenara la evacuación de su personal sin permitir a los médicos que continuaran con los cuidados.
Sudáfrica ha expuesto también a funcionarios del Estado israelí que han demostrado públicamente sus intenciones de “cometer y persistir en cometer actos genocidas o de no prevenirlos”. Y en consecuencia declara: “Esas declaraciones de intenciones, cuando se combinan con el nivel de asesinatos, las mutilaciones, los desplazamientos y la destrucción sobre el terreno, junto con el asedio, son prueba de un genocidio en desarrollo y continuo.” Asimismo, han solicitado las siguientes medidas cautelares:
- Que de manera inmediata el Estado de Israel suspenda sus operaciones militares en Gaza.
- Que el Estado de Israel garantice y asegure que las unidades armadas militares y las organizaciones y personas que puedan estar sujetas a su influencia, control o dirección no puedan promover operaciones militares contra Gaza.
- Que la República de Sudáfrica y el Estado de Israel, conforme a sus obligaciones como adherentes a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, adopten todas las medidas necesarias para prevenir el genocidio.
- Que el Estado de Israel, como Estado parte de la Convención, desista de cometer todos y cada uno de los actos comprendidos en el ámbito -del artículo II- de la Convención, contra el pueblo palestino.
- Que el Estado de Israel, tome todas las medidas a su alcance, incluso que revoque órdenes o restricciones y prohibiciones respecto a la expulsión y desplazamiento, asedio, etc, contra el pueblo palestino.
- El Estado de Israel deberá garantizar al pueblo palestino, que sus militares, como así también organizaciones y otros individuos que puedan ser influenciados o dirigidos por él, no cometan ninguno de los actos descritos con anterioridad, impidiendo también que participen en incitación directa y pública a cometer genocidio, conspiración para cometer genocidio, tentativa de cometer genocidio o complicidad en genocidio, y que de darse estas situaciones, adopte las medidas necesarias para su castigo de conformidad con los artículos de la Convención.
- Que el Estado de Israel adopte medidas que impidan la destrucción y garanticen la conservación de las pruebas relacionadas con las denuncias de actos comprendidos por la Convención. Por ende, el Estado de Israel no puede denegar o restringir el acceso de las misiones de investigación, tanto de mandatos internacionales u otros organismos dentro de Gaza.
- Que el Estado de Israel presente un informe al Tribunal sobre las medidas que adopte para dar efecto a las presentes medidas cautelares, y posteriormente lo haga durante intervalos regulares que ordene el Tribunal, hasta que éste dicte una resolución definitiva sobre el caso.
- Que el Estado de Israel se abstenga de iniciar cualquier tipo de acción que pueda agravar o extender la disputa ante el Tribunal o hacerla más difícil de resolver.
Siendo conscientes de que este proceso puede llevar años hasta que llegue a un veredicto final, Sudáfrica ha propuesto esta serie de medidas cautelares aquí resumidas, para que la Corte Internacional de Justicia pueda decretar de forma urgente, con el fin de lograr un alto sobre esta situación que está causando daños irreparables sobre el pueblo palestino.
Fuente: https://www.icj-cij.org/sites/default/files/case-related/192/192-20231228-app-01-00-en.pdf#page=72
Salud y buenos alimentos
Aunque -tiene cierta lógica que así se haga- podamos comparar históricamente la situación que soportó el pueblo sudafricano «colorado» (para referirnos tanto a los bantúes como a los hotentotes) bajo el régimen de «Apartamiento», con la que ha sufrido y sufre el pueblo palestino, existieron -y existen- significativas y radicales diferencias entre ambas situaciones, y ninguna favorable al estado sionista.
→ la primera, para mí la más significativa, es que los sudafricanos blancos y mulatos nunca dejaron de considerarse sudafricanos. Por muy superiores que pudieran representarse a sí mismos, veían en negros y hotentotes (éstos se ven como raza marrón, no negra) a otros pueblos sudafricanos con los cuales, de una u otra forma, estaban obligados a coexistir.
Por ello no debemos olvidar que también los sudafricanos blancos forman parte de Sudáfrica. No son algo «aparte» del pueblo sudafricano, sino una parte integrante de la nación política sudafricana. Los bantúes y hotentotes no son, en modo alguno, «más» sudafricanos que los «africáneres», de la misma forma que los hotentotes (los realmente aborígenes del sur del continente) tampoco son «más» sudafricanos que los bantúes (que también tienen mucha mezcla hotentote como los mulatos).
Los sionistas, en cambio, ni siquiera se ven como palestinos. Han colonizado una tierra y consideran un insulto que los asocien, ni remotamente, a los palestinos.
→ El régimen impuesto por los racistas sudafricanos blancos y mulatos nunca buscó exterminar a los pueblos bantúes y hotentotes. Establecieron compartimentos estancos del territorio (igual que los sionistas) y una segregación racial (idem) pero, por un lado, las «reservas» (los famosos bantustanes) no estaban sometidas al acoso y agresiones constantes del régimen y, por otro, en las zonas administradas por los cuatro estados federales, donde la segregación racial se vivía más intensamente, ni de lejos se destruían bienes y propiedades de los bantúes y hotentotes. Éstos carecían de derechos políticos, pero derechos civiles básicos como que tus hijos no sean apedreados cuando van al colegio, te bloqueen el comercio o el taller, o te ametrallen por recoger los frutos de la finca, eso se respetaba. Lo que viven los palestinos día a día es mucho peor.
En ningún momento los sionistas han tolerado que los palestinos tengan un «desarrollo segregado».
→ Por ello, la colonización impuesta en Sudáfrica siempre fue parcial y se pretendió parcial. Jamás se buscó una sustitución completa o casi completa de las poblaciones colonizadas o aborígenes por colonos, como ocurrió en Tasmania, Tierra de Fuego, la Alta California… o se pretende en toda Palestina.
El mismo hecho histórico que la Sudáfrica del Apartamiento aceptara inmigración negra procedente de Zimbabue y Mozambique, ahonda la diferencia con el estado sionista ¿Se imaginan gobiernos supremacistas judíos aceptando inmigración árabe de Egipto o Siria?
→ en cuanto al término «colonial» hay que recordar que no todos los regímenes coloniales son idénticos. Una colonización donde la potencia ocupante mantiene estatutos de supremacía para los originales de la metrópoli, pero no arrincona ni empareda a la población sometida, es una situación alejada de una colonización que practica sistemáticamente el expolio de tierras, destrucción de casas y expulsión de paisanos. Senegal, Nigeria o la India fueron colonias, pero sus amos coloniales jamás buscaron suplantar sus pueblos por franceses o anglosajones.
→ y, por último, otra diferencia enorme ha sido que el régimen de Apartamiento sudafricano jamás contó con la justificación mediática, el sustento político, el apoyo académico ni la apología religiosa que ha gozado y goza el Estado Sionista. Nadie se atrevía a justificar la Sudáfrica del Apartamiento por ser «la única democracia del África Austral» ni a disculpar el régimen porque los «africáneres fueran víctimas de los campos de concentración del imperialismo británico» y, mucho menos, traer profecías de la Segunda Venida de un mesías por Ciudad del Cabo para aplaudir aquel sistema.
Excelente exposición de Melina de la acción sudafricana ante la Corte Internacional de Justicia. Tambien excelente la exposición de las diferencias entre el martirio de Palestina y el apartheid sudafricano y otros regímenes coloniales.
Eso añade valor a la acción Sudafricana que parece haber sido excelente y desde luego merece todos los parabienes y sobre todo un buen resultado. Recemos por ello y por que el martirio de Palestina y el paseo por la tierra de los satanases desatados dure ya muy, muy poquito. La gente está harta de tanta maldad, tanta soberbia y tanto pavonearse de ambas. Y seguramente nadie estamos sufriendo ni la mas pequeña fracción que los fgazatíes y otros palestinos, pero lo cierto es que yo veo que la gente está sufriendo solo de saber de ese sufrimiento.