El máximo representante de la Unión Europea en temas internacionales, Josep Borrell, exigió este lunes el fin de la violencia en la Franja de Gaza como la única solución a la actual crisis.
Borrell participó en un encuentro regional de la Unión por el Mediterráneo, que tuvo lugar en la ciudad española de Barcelona. Allí, criticó duramente la destrucción total de la mitad de la Franja de Gaza por los ataques israelíes, que calificó de “inaceptable».
Borrell dijo que la tregua de cuatro días que se logró entre “Israel” y Hamas es un primer paso importante, pero que se necesita más para resolver el conflicto de forma definitiva.
También, condenó la expansión de las colonias ilegales durante la guerra. “Estas construcciones no tienen nada que ver con la autodefensa ni hacen a ´Israel´ más seguro», afirmó.
Desde el 7 de octubre pasado, varios países europeos han expresado su rechazo a la agresión de la ocupación contra la Franja de Gaza y sus violaciones en Cisjordania.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, amenazó el viernes pasado con reconocer a Palestina como un Estado independiente si la Unión Europea no lo hacía.
Sánchez y su colega belga, Alexander De Croo, hablaron desde el paso de Rafah, en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto. Allí, pidieron que se detuviera la violencia en Gaza de forma permanente y denunciaron el alto número de civiles muertos por los bombardeos israelíes, que duraron casi 50 días.
«La tregua llegó a los 15.000 muertos. Si tenemos que ver la continuación de la guerra mañana, quiere decir que el número será doble, porque la concentración de la población palestina es el doble, están concentrados en el sur. Cualquier ataque israelí en vez de matar a un niño matara dos. Queremos alargar la tregua. Todos estamos trabajando para que esta tregua se alargue un día, dos, tres. Lo más importante es seguir alargando la tregua. Eso quiere decir salvar vidas inocentes», manifestó el ministro de Exteriores palestino, Riad Malki, en una breve atención a los medios tras un encuentro bilateral con su homólogo español, el ministro Albares,