El mundo abraza y lucha junto al pueblo palestino que resiste al genocidio perpetrado por el sionismo israelí. Netanyahu todavía conserva algunos apoyos claves que le permiten continuar con sus mortales deseos. En busca de perpetuar la colonia israelí, no ha dudado en desatar un infierno para los palestinos que resisten las masacres día y noche, desde hace ocho meses. Sin embargo, y a pesar de los rechazos, los acampes estudiantiles, los boicots, las condenas y denuncias, la transmisión en vivo y en directo de las inhumanas acciones de los colonos, impunemente y a los ojos del mundo, Israel demuestra que atacar y exterminar es lo que mejor sabe hacer. Es llamativo que luego del ataque al consulado iraní en Siria, la respuesta militar de Iran conllevó álgidas condenas alrededor del mundo, pero no sucede lo mismo con las acciones del sionismo israelí que bombardea todo lo que tiene cerca.
Y hablando de impunidad y muerte, en el momento de estos hechos hubo un pronunciamiento en particular inaudito… es el caso de Argentina. El libertario Javier Milei, al enterarse de lo sucedido en Israel, canceló su viaje a Dinamarca, convocando a un llamativo “comité de crisis” en el que la estrella invitada fue el Embajador israelí. Tan inaudito fue, que pudo verse en las imágenes que inundaron las redes sociales de Argentina, que el mismísimo Embajador extranjero se encontraba allí, sentado en la mesa. Lamentablemente, los desafortunados escándalos diplomáticos del presidente argentino y su gabinete, se han convertido en un rasgo distintivo de su gobierno y la tradición diplomática argentina, en un giro de 180°, ya no se presenta ante el mundo como pacífica y neutral, sino alineada a las potencias imperialistas que vienen perdiendo poder en las últimas décadas. En fin, no es de extrañar que un presidente que hambrea a su pueblo, le niega medicamentos hasta matarlos, no reivindica los históricos reclamos sobre las ocupadas Islas Malvinas y se muestra públicamente “alineado” a los EEUU y a los líderes fascistas actuales, apoye el régimen genocida y criminal de alguien como Netanyahu.
La regresiva y caótica política exterior adoptada por el gobierno argentino también fue explícita en la ONU. En la reunión de la Asamblea General donde se debatió el estatus de Palestina en la organización, el representante argentino emitió su voto en contra de que el Estado Palestino adquiera plena membresía. Rompiendo con años de apoyo a la causa palestina y la firme posición de condenar el colonialismo y la ocupación, Milei y compañía conducen al pueblo argentino a contramano del mundo y lo empapan en vergüenza al apoyar a un Estado que, en la propia sede de quienes le dieron la nefasta oportunidad de existir, destruye en un ridículo picapapeles la Carta de Naciones Unidas. La deshonra, la violencia y sobre todo la ridiculez se han apropiado de los gobiernos aliados de Argentina e Israel…
A pesar de estas escenas vergonzosas que vemos en estos tiempos y por todos lados, hay Estados que no temen apoyar y abogar por el pueblo palestino y por todos los pueblos del mundo que luchan por una verdadera libertad -y no por la infame e inexistente “paz” de la sumisión y opresión. Sudáfrica, tras las primeras incursiones de las fuerzas militares israelíes sobre Rafah, al sur de Gaza, ha presentado una nueva petición de medidas urgentes contra Israel. Por tercera vez desde diciembre, la república sudafricana recurre a la Corte Internacional de Justicia, ante la envergadura de los ataques que, impunemente, Israel lleva adelante en su supuesta lucha contra Hamas, que no es más que una excusa para perpetuar la tortura a un pueblo nativo que necesitan desaparecer o expulsar para perpetrarse. A pesar de las claras y vinculantes resoluciones emitidas por la Corte, exigiendo a Israel que cese e impida cualquier tipo de acto de genocidio en Gaza y que permita la entrada de ayuda humanitaria, la colonia sólo ha continuado torturando y masacrando, tildando descaradamente de “escandalosas” dichas medidas. Con una entereza admirable, Sudáfrica una vez más demostraba en su presentación que las acciones de Israel “ocasionan daños irreparables a los derechos del pueblo palestino de Gaza».
Luego de meses de amenazas por parte del Primer Ministro Netanyahu sobre “invadir Rafah”, las cuales han sido rechazas incluso hasta por EEUU y Gran Bretaña, las mismas se cumplieron y hasta hoy no han cesado. Los últimos bombardeos en la zona han dejado desgarradoras imágenes que difícilmente puedan continuar siendo ignoradas por quienes hasta hoy tienden una mano al genocida Estado ficticio de Israel. Las tensiones con sus aliados van creciendo, las resoluciones de la CIJ en su contra, los pedidos de detención por parte de un fiscal en la Corte Penal Internacional, las masivas manifestaciones de los propios israelíes, Netanyahu parecía estar acorralado, sin embargo hace unos días fue el propio Biden quien hizo la jugada más peligrosa en su contra.
La pasada semana el presidente estadounidense, presentó un plan de tres etapas para lograr “la paz” en Gaza. En una primera etapa se plantea un alto al fuego de seis semanas en las que las tropas sionistas deberán retirarse de las zonas pobladas, prosiguiendo con un intercambio de rehenes, el retorno de los desplazados a sus barrios de toda Gaza y la entrada de ayuda humanitaria. En una segunda etapa se planean negociaciones entre Hamas e Israel con el objetivo de lograr un fin permanente de las hostilidades. Finalmente, y con un alto al fuego permanente, se propone la reconstrucción del gueto.
Cabe preguntarnos si esto es posible luego de ocho meses de intenso odio israelí contra los nativos palestinos… cabe preguntarnos hasta cuando Palestina tiene que pagar por los errores de un pasado que no le pertenece. No puede haber hoy lugar a dudas, aquí no pueden existir dos Estados, sino un real y comprometido desmantelamiento del régimen colonial sionista que demasiado daño ha causado a Palestina durante los últimos 76 años. No se puede reconstruir un gueto para continuar sometiendo a su pueblo a la existencia de un Estado odiador que no es más que un invento. No se puede reconstruir Gaza, ni crear un Estado palestino junto al odio, el supremacismo, la violencia y la ocupación de miles de colonos dispuestos a todo por mantener Israel. Palestina es de los palestinos, no hay herencias divinas que valgan, ni resoluciones mundanas que lo puedan contrariar. Israel ha llegado a su fin, Israel no tiene derecho a existir.
En efecto, «Israel» es insostenible y no se sostendrá. Lo triste es lo que hará todavía sufrir a tanta gente antes de que se caiga. Estados Unidos todavía tendrá que colocar ahí mucho dinero, porque la inversión ya hecha es muy grade y ahora que va perdiendo pie con otros «aliados» en el área va depender todavía más de «Israel» para hacer valer su autoridad en la región. Pero será como echar dinero en un agujero negro. El engendro «israelí» es un bicho venenoso y malicioso, pero sin inteligencia, no hablemos de sabiduría, solo con su soberbia y mala baba. Cierto que puede hacer mucho daño y lo hace, pero está condenado. No puede hacer tantas cosas tan mal y no recibir las consecuencias de su propia imbecilidad. En realidad han llevado las cosas hasta un punto en que todo lo que se haga ha de ser a la fuerza y a la fuerza siempre resulta todo más dañino.
Muy triste, que Dios socorra pronto a los que sufren.