Han pasado seis meses de masacres, más cien mil víctimas entre asesinados y heridos… es tarde, sí, porque ya nada es como antes para los palestinos y para nosotros, el resto de mortales, tampoco. Estas palabras, que se inscriben en informes y resoluciones necesitan ser actos, necesitamos que sean acción. Gaza nos mira y nos muestra la enorme deuda que tenemos con nuestra propia condición humana, que en miras de la atrocidad a la que asistimos a lo largo y ancho de nuestro mundo, parace haberse extraviado en algún rincón escondido para resguardarse… Hemos de volver por ella, rescatarla y abrazarla en pos de un nunca más para todos y todas. Nunca más un genocidio.
Consejo de Derechos Humanos de la ONU
“Anatomía de un Genocidio” tituló su informe Francesca Albanese, relatora especial sobre la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1967. Dicho informe fue presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Albanese afirma que hay tres acciones claves en la comisión del delito de genocidio por parte de Israel contra el pueblo palestino: con acciones directas o indirectas matar a miembros de este grupo, causar graves daños físicos o mentales e infligir deliberadamente condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física. También señaló que hay “poderosos Estados miembros” que prestan apoyo militar, económico y político a las acciones de Israel, agravando la devastación del pueblo palestino.
La destrucción de Gaza es resultado de la utilización de un “arsenal apocalíptico”. Así ha calificado Albanese a las casi 25 toneladas de explosivos que ha utilizado Israel para atacar Gaza, causando la muerte de más de 30.000 palestinos y la completa destrucción de sus barrios. “En menos de seis meses Israel ha destruido Gaza, borrando o dañando gravemente casi toda la infraestructura civil y las tierras agrícolas”. También se refirió a las publicaciones por parte de soldados israelíes en los que “se jactan” de sus asesinatos y se muestran “burlándose sádicamente y humillando a sus víctimas palestinas”.
El impedimento por parte de Israel a la entrada de ayuda humanitaria ha vuelto realidad lo que Sudáfrica advertía en cuanto a la hambruna al iniciar su caso por genocidio contra Israel ante la CIJ. Albanese ha destacado que la política deliberada de restricción ha provocado que la inseguridad alimentaria avanzara de manera rápida y sostenida en Gaza.
Otro punto destacado en su presentación fue sobre el “discurso antipalestino”. Expresó que “el genocidio es un crimen organizado cuya comisión implica una dimensión colectiva”, los actos de genocidio se basan en estos discursos que llevan décadas deshumanizando a los palestinos y presentando a todo su pueblo como un enemigo que debe ser eliminado. Señaló que dichos discursos están presentes en varios sectores de la sociedad israelí y que los soldados las han internalizado y actuado en consecuencia, siendo esto una prueba irrefutable de incitación explícita y pública a cometer genocidio.
Además destacó en cuanto a los militares israelíes, que han camuflado las normativas de la guerra intentando ocultar la violencia genocida contra el pueblo palestino. La “descivilización” de los palestinos conlleva la no distinción entre civiles y combatientes, tampoco entre infraestructuras civiles y objetivos militares legítimos. Israel, que ha hecho de esto una política de Estado, ha declarado que toda la población de Gaza es “escudo humano o cómplice de los terroristas” y por ende puede y debe atacarse y eliminarse en cualquier lugar –iglesias, mezquitas, escuelas, universidades, instalaciones de la ONU, hospitales o ambulancias-. Quienes lograron llegar a las supuestas zonas seguras, tampoco han estado a salvo de los ataques, sus muertes y lesiones han sido calificadas por Israel como daños colaterales. “Israel ha transformado así a Gaza en un “mundo sin civiles”, sentenció.
Para Albanese, el genocidio que está llevando adelante Israel es el producto extremo de su proceso de colonización que busca borrar a los palestinos nativos. “El colonialismo de colonos es una dinámica, un proceso estructural y una confluencia de actos destinados a desplazar y eliminar grupos indígenas, de los cuales el exterminio y la aniquilación genocida representa el pico”, expresó la relatora.
Finalmente, F. Albanese ha solicitado a los Estados miembro que en el cumplimiento de sus obligaciones y de forma inmediata aplique un embargo de armas a Israel, como así también las medidas económicas y políticas necesarias para garantizar un alto el fuego inmediato y duradero. Instó a apoyar a Sudáfrica para que recurra al Consejo de Seguridad de la ONU, dado el explícito incumplimiento por parte de Israel a las medidas vinculantes ordenadas por la CIJ, recomendando además el despliegue de “una presencia protectora internacional” en pos de limitar la violencia contra los palestinos en los Territorios Palestinos Ocupados. Albanese, solicitó garantizar que Israel y los Estados que han sido cómplices de este genocidio, reconozcan el enorme daño causado y se comprometan a cumplir con las reparaciones integrales y el costo total de la reconstrucción de Gaza, incluso “mediante la reconstitución del Comité Especial de la ONU contra el Apartheid para abordar integralmente la situación en Palestina” e implementando las medidas diplomáticas, económicas y políticas previstas la Carta de las Naciones Unidas.
Durante la misma sesión del Consejo, la Alta Comisionada Adjunta para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, presentó un informe sobre los asentamientos israelíes durante el periodo comprendido entre el 1 de noviembre de 2022 y el 31 de octubre de 2023. Ha destacado que en dicho período se ha producido una drástica aceleración del proceso junto a las tendencias de discriminación, opresión y violencia contra los palestinos, todo esto siendo acompañado por las políticas del actual gobierno israelí. Existen hoy unos 300 asentamientos ilegales en Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental.
De acuerdo con lo que plantea en su informe Al-Nashif, se transfirieron al gobierno israelí competencias relacionadas con los asentamientos y la administración de tierras. Esto representa una clara violación al derecho internacional, incluida Carta de las Naciones Unidas, porque facilita la anexión de Cisjordania.
Los hechos de violencia registrados en el informe muestran altas cifras sin precedentes. Asimismo, se han dado casos de asesinato, ocho palestinos han sido asesinados por colonos entre el 7 y 31 de octubre de 2023, y de los 203 ataques registrados en esos días, más de un tercio se sucedieron con armas de fuego y casi en la mitad de ellos con el apoyo de las fuerzas de seguridad israelíes a los colonos atacantes.
Este informe documenta que para el mes de octubre, las fuerzas israelíes habían entregado unas ocho mil armas a los «escuadrones de defensa de los asentamientos» y «batallones de defensa regional» en Cisjordania, como así también casos de colonos que vistiendo uniforme del ejército israelí y portando armas, han acosado y atacado con disparos a palestinos.
La violencia por parte de los colonos israelíes hacia los palestinos ha aumentado, provocando aún más desplazamiento que se considera un traslado forzoso. Las órdenes de desalojo y demolición han continuado siendo expresión de las políticas discriminatorias de Israel. En Cisjordania se han demolido 917 propiedades palestinas y 210 en Jerusalén Occidental, siendo más de mil los palestinos obligados a desplazarse. Al-Nashif destacó que 89 de las demoliciones de Jerusalén fueron autodemoliciones, hechos por los propios palestinos propietarios para evitar pagar las multas impuestas por las autoridades israelíes. “Esto personifica el entorno coercitivo en el que viven los palestinos», expresó.
Finalmente, destacó que Israel planea duplicar la población de colonos en los 35 asentamientos del Golán Sirio y expandir la actividad comercial, lo que impactará directamente en la limitación del acceso a agua y tierra de la población siria.
Consejo de Seguridad de la ONU
El lunes 25 de marzo, el Consejo se reunía y aprobaba –entre aplausos- una resolución que pide el alto al fuego “sostenible y duradero” durante el mes de Ramadán que comenzó el pasado 11 de marzo. Dicha propuesta fue puesta en discusión por el grupo “E-10” de miembros no permanentes del Consejo de Seguridad. En esta resolución también se exige la devolución de los rehenes israelíes y el cumplimiento de las partes de sus obligaciones impuestas por el derecho internacional en relación a las personas que han detenido. La resolución también contempla el levantamiento de las restricciones a la asistencia humanitaria y se destaca la necesidad de maximizar la asistencia médica y de reforzar la protección de los civiles en toda la Franja de Gaza.
El Secretario General de la ONU António Guterres afirmó en la red social X que esta resolución tan esperada debe implementarse y que si no se hiciera «sería imperdonable».
Estados Unidos se abstenido en esta votación, sin ejercer su poder de veto. Su embajadora y representante permanente Linda Thomas-Greenfield se ha pronunciado en apoyo a los esfuerzos diplomáticos de los que forma parte Estados Unidos, Egipto y Qatar en pos de lograr un alto al fuego inmediato y permanente, como así también la liberación de los rehenes que conducirán a disminuir el sufrimiento de la población de Gaza. «Estados Unidos apoya plenamente estos objetivos críticos», expresó. Asimismo, remarcó que un alto al fuego podría haberse dado “hace meses” pero Hamas se ha negado a liberar a los rehenes, por eso es que insta a los miembros del Consejo a “exigir inequívocamente que Hamás acepte el acuerdo que está sobre la mesa”.
El embajador Amar Benjama, representante permanente de Argelia, expresó que esta resolución pondrá fin a las masacres producidas en estos meses sobre Gaza y que es producto de que el Consejo responda a las demandas de la comunidad internacional. Es un mensaje para el pueblo palestino: «la comunidad internacional, en su totalidad, no los abandonó» expresó.
Por su parte, el embajador Riyad Mansour, representante permanente del Estado de Palestina, expresó su contento ante la aprobación de la resolución. Dijo que su nación está siendo asesinada y que «su terrible experiencia debe llegar a su fin de inmediato». Además destacó ante el Consejo que Israel está destruyendo el derecho internacional redoblando sus acciones en vez de acatar las órdenes de la CIJ. Instó a “defender a la ONU”, ya que Israel no ha dudado en atacar al organismo, a su titular y a la UNRWA. «Esta escandalosa incitación tiene consecuencias en la vida real para el personal humanitario y de la ONU sobre el terreno que es blanco de ataques, que es asesinado, arrestado y torturado», expresó.
El representante de Yemen, Abdullah Ali Fadhel Al-Saadi, en nombre del Grupo Árabe, solicitó al Consejo que imponga sanciones a los colonos israelíes que incitan a la violencia contra los palestinos, incluso en Jerusalén. También expresó que es necesario que Israel rinda cuentas por los crímenes que comete y que la comunidad internacional reconozca al Estado de Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU.
El embajador y representante permanente de Israel, Gilad Erdan, expresó que el Consejo “discrimina entre las víctimas”, dado que no ha expresado condena hacia Hamas. «Los civiles, sin importar dónde vivan, merecen disfrutar de la música en condiciones de seguridad, y el Consejo de Seguridad debe tener la claridad moral para condenar tales actos de terrorismo por igual, sin discriminación», dijo.
Vassily Nebenzia, embajador y representante permanente de Rusia expresó: «todos recibimos instrucciones para que se votara el texto que contenía la palabra ‘permanente'» ya que cualquier otra palabra podría verse como un permiso para que Israel continuara sus ataques, dijo con respecto al cambio que hubo en cuanto a la solicitud de alto al fuego. Rusia propuso una enmienda oral para que la palabra «permanente» quede en la resolución dado que “duradero» puede prestarse a otras interpretaciones., pero la enmienda fue rechazada.
La embajadora del Reino Unido, Barbara Woodward, expresó su lamento por la falta de condena a Hamas por los hechos del 7 de octubre. Sin embargo, destacó que se exige la liberación incondicional de los rehenes. Asimismo, dijo que el Consejo debe poner su atención en lograr una pausa humanitaria inmediata y encaminada a lograr una paz duradera y sostenible sin volver a los combates, lo que implica la conformación de un nuevo gobierno para Cisjordania y Gaza acompañado de un paquete de apoyo internacional, poniendo fin a la capacidad de ataque de Hamas. Para Woodward la solución de los dos Estados debe darse en un contexto de seguridad y paz tanto para Israel como para Palestina.
Carolyn Rodrigues-Birkett, embajadora y representante permanente de Guyana, dijo que la resolución por un alto al fuego es la diferencia “entre la vida y la muerte” para los miles de palestinos que enfrentan esta “guerra de terror y destrucción totales”. También expresó su preocupación ante la hambruna que está instalándose en Gaza y el impacto de los hechos en mujeres y niños. Con respecto a los rehenes, dijo que “la angustia de las familias de los rehenes retenidos en Gaza continúa aumentando (…) y que los palestinos experimentan la misma angustia, esperando a sus familiares que están detenidos ilegalmente en Israel”.
El embajador y representante permanente de China Zhang Jun, dijo que el proyecto aprobado es inequívoco a diferencia del anterior presentado por Estados Unidos, que era “evasivo y ambiguo”. Asimismo remarcó que la resolución refleja las demandas de la comunidad internacional y cuenta con el apoyo de las naciones árabes, representando una esperanza para quienes aún sobreviven en la Franja de Gaza: «Para las vidas que ya han perecido, la resolución del Consejo de hoy llega demasiado tarde», expresó.
El embajador y representante permanente de Francia, Nicolas de Rivière, expresó que “ya era tiempo” de que el Consejo de Seguridad tomara acciones, sin embargo remarcó que su trabajo continúa y que al finalizar el mes de Ramadán deberá establecerse un alto al fuego permanente destacando la importancia de la solución de los dos Estados. «El silencio del Consejo de Seguridad sobre Gaza se estaba volviendo ensordecedor”, expresó
El embajador de la República de Corea, Hwang Joonkook, remarcó que la resolución debe tener un “impacto tangible” dentro de Gaza para que tenga un significado real. “La situación debe ser diferente antes y después de esta resolución”, expresó.
Corte Internacional de Justicia
El 28 de marzo, la Corte se expresaba con nuevas medidas cautelares vinculantes para Israel acerca de la situación de la Franja de Gaza sobre la cual determinó que había cambiado con respecto a su pronunciamiento en enero pasado.
Sudáfrica presentó una solicitud el pasado 6 de marzo de 2024 con motivo de las “horribles muertes por inanición de niños palestinos, incluidos bebés, provocadas por actos y omisiones deliberados de Israel”. También informó a la Corte de “los intentos concertados de Israel desde el 26 de enero para garantizar la desfinanciación de la UNRWA y los ataques contra palestinos hambrientos que buscan acceder a la extremadamente limitada asistencia humanitaria que Israel permite en el norte de Gaza”.
Israel respondió rechazando esta solicitud ante la Corte, argumentando que las hostilidades armadas en Gaza estaban en curso el 26 de enero y aún continúan. Además, en su Orden de enero el Tribunal ya había tenido en cuenta lo expresado por Sudáfrica con respecto a la inseguridad alimentaria en Gaza. Para Israel, «no se puede decir que la difícil y trágica situación en la Franja de Gaza en las últimas semanas haya cambiado materialmente las consideraciones en las que la Corte basó su decisión original sobre las medidas provisionales».
La Corte sostiene que en su resolución de enero concluyó que la población civil en Gaza se encuentra en estado extremadamente vulnerable dadas las restricciones impuestas por Israel. Por ende considera que “las catastróficas condiciones de vida de los palestinos en la Franja de Gaza se han deteriorado aún más, en particular en vista de la privación prolongada y generalizada de alimentos y otras necesidades básicas a las que se enfrentan los palestinos».
Basándose en los informes de Iniciativa Global del IPC del 18 de marzo, el comunicado de prensa de UNICEF del 15 de marzo, los reportes de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) con fecha 25 de marzo, y también teniendo en consideración la Resolución 2728 del Consejo de Seguridad, que exige un alto el fuego inmediato durante el mes de Ramadán, el Tribunal considera que las condiciones y los hechos en Gaza son excepcionalmente graves y constituyen un cambio de situación, según la normativa de la CIJ y por ende, las medidas cautelares de enero no abordan las consecuencias de estos cambios.
Israel reconoce que hay inseguridad alimentaria en Gaza, pero afirma que se dan los esfuerzos de su parte para “aliviar el sufrimiento de la población civil en general” destacando el establecimiento de un corredor marítimo y un muelle flotante y los lanzamientos desde aire de ayuda humanitaria». Por ende para Israel, Sudáfrica no ha dado ninguna justificación para solicitar nuevas medidas ante la Corte.
Bajo estas consideraciones y teniendo en cuenta las medidas dictadas en enero pasado, la Corte considera que la actual situación implica un “riesgo adicional de perjuicio irreparable a los derechos plausibles reclamados por Sudáfrica y que hay urgencia, en el sentido de que existe un riesgo real e inminente de que dicho perjuicio sea causado antes de que la Corte se pronuncie definitivamente en el caso”.
La Corte reafirma las medidas provisionales indicadas en enero y también resuelve por unanimidad que el Estado de Israel, en conformidad con sus obligaciones como Estado miembro de la Convención sobre genocidio, y dado el empeoramiento de las condiciones de vida en Gaza -particularmente la propagación del hambre y la inanición- “adopte todas las medidas necesarias y eficaces para garantizar, sin demora y en plena cooperación con las Naciones Unidas, el suministro a gran escala y sin trabas de los servicios básicos y la asistencia humanitaria que se necesitan con urgencia, incluidos alimentos, agua, electricidad, combustible, alojamiento, las necesidades de ropa, higiene y saneamiento, así como suministros y atención médica para los palestinos en toda Gaza, incluso aumentando la capacidad y el número de puntos de cruce terrestres y manteniéndolos abiertos durante el tiempo que sea necesario”.
Con 15 votos a favor y 1 en contra, resuelve que Israel también debe garantizar de forma inmediata que su ejército no cometa actos que constituyan una violación de cualquiera de los derechos de los palestinos en Gaza como grupo protegido en virtud de la Convención. Esto incluye que mediante cualquier tipo de acción no se impida la entrega de asistencia humanitaria necesaria urgentemente. Finalmente, por 15 votos contra 1 decide que Israel debe presentar un informe, dentro de un mes, en el cual consten las medidas adoptadas en pos de dar efectos a estas nuevas medidas.
Fuentes:
https://documents.un.org/doc/undoc/gen/n24/080/81/pdf/n2408081.pdf?token=NoFmpnR6FFa0v4kN7l&fe=true
https://news.un.org/en/story/2024/03/1147931
Hemos de constatar que nadie niega, seriamente, que lo ejecutado por el Estado Sionista desde octubre del 2023 sobre Gaza consiste en un genocidio. Insisto que nadie lo niega realmente.
Entonces ¿Cómo es que asisten o, incluso, respaldan tales atrocidades sistemáticas?
En otras ocasiones ya hemos apuntado cuales son los «cobijos» simbólico-sentimentales del Estado Sionista, coberturas que, sorprendentemente (o no tanto) muchas personas que, al menos, muestran un poco de indignación o protestan, no quieren entrar.
Pero la vía de la emoción es como una llamarada con alcohol, algo tan llamativo como pasajero. Y muy poco islámico, ya que labramos por estas páginas. Lógicamente, las personas suelen cansarse tan rápidamente reaccionando así como se han encendido al principio, y acaban aceptando estas cafradas como inevitables. Precisamente ésta es la estrategia seguida en política interior por el gobierno de Pedro Sánchez, quien, aunque sea justo reconocer que ha sido uno de los pocos gobiernos de la Unión Europea que no ha secundado la infamia contra Palestina, en política nacional sigue la vía de encadenar escándalo tras escándalo, embuste tras embuste, abuso tras abuso… y seguir con ello sobreviviendo, pues la última guarrería tapa la guarrería anterior.
Y ya que hemos mentado al doctor Sánchez, tanto para bien como para mal, escojamos su postura como modelo que han seguido, durante casi ochenta años, muchas personas que, en el mundo, han elevado el tono ante crímenes del Estado Sionista: denuncian varios desmanes del sionismo, pero jamás entran a denunciar el fundamento ideológico y sentimental de los crímenes sionistas.
Repasémoslo brevemente:
1) El victimismo étnico o etno-religioso. Al igual que los nacionalistas checos se parapetaron bajo los crímenes nazis en Lídice para justificar el genocidio de los alemanes de Los Sudetes (y de casi todos los alemanes del resto de Bohemia y Moravia), o los nacionalistas ucranianos enarbolan el Holodomor de los años treinta para machacar a sus vecinos rusófonos desde 2014, los sionistas se han parapetado durante ochenta años tras el Holocausto «único y verdadero».
Es el victimismo exclusivo y excluyente. El victimismo nacionalista checo (y con éste la historia oficial occidental) «olvida», por ejemplo, que poblaciones alemanas fueron víctimas de crímenes masivos en Bromberg y otras localidades polacas por parte de sus aliados nacional-católicos polacos: más de cincuenta mil civiles germanos fueros masacrados en septiembre del 39 por ser alemanes y por ser «protestantes». Las masacres ejecutadas por los nazis alemanes contra eslavos o judíos no fueron acciones exclusivamente realizadas por los vencidos en la II Guerra Mundial.
Y lo mismo ocurre con el Holodomor. También fueron víctimas del mismo millones de rusos, bielorrusos, ucranianos novorrusos, caucasianos, tártaros… ¿Porqué destacamos esto? Porque los nacionalismos checo y ucraniano hicieron o hacen lo mismo que ha venido haciendo el sionismo: presentarse como «únicas y verdaderas» víctimas de éstos o aquellos.
2) La identidad «judeo-cristiana» que «obliga», tanto a judíos como a cristianos del todo el mundo, a defender a «los suyos». Es el mismo mecanismo visceral e identitario que amparó durante medio siglo al terrorismo de Eta. «Son unos malnacidos pero son de los nuestros». En el caso sionista, ni siquiera eso: son «judeo-cristianos» y por tanto están en guerra contra los pueblos bárbaros musulmanes. El enemigo es Palestina como pueblo, en tanto que pueblo árabe, de mayoría musulmana y constituyen «Los Otros».
A esto se suma esa profecía que algunas iglesias creen mediante la cual, cuando Palestina entera sea exclusivamente judía, entonces ocurrirá la Segunda Venida de Cristo que impondrá el Reino de Dios en la Tierra. Es una creencia minoritaria, pero con influencia creciente en la Cristiandad «neoevangelistizada».
3) La condición «demoliberal» del Estado Sionista. Es la que más se esgrime en la Unión Europea secularizada. Es la que esgrime la presidente de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (ya que hemos citado al Doctor Sánchez, mentemos a su némesis) para justificar su respaldo sin fisuras al genocidio palestino: la mayoría de este pueblo «no cree en la democracia liberal» y los sionistas sí.
No entremos a debatir si el Estado Sionista pueda ser considerado como tal: el hecho es que, para muchos demoliberales europeos (así como para muchos democristianos, liberal-conservadores, liberal-progresistas y social-demócratas) presentarlo como tal justifica el apoyo abierto a sus crímenes. Si asesinas a alguien por creer que es rumano, da igual si el asesinado es realmente rumano o húngaro: has asesinado a alguien por odio nacionalista anti-rumano.
4) El carácter de avanzadilla occidental. Es la visión huntingtoniana del Choque de Civilizaciones como si de placas tectónicas se tratase. Las civilizaciones están abocadas a la confrontación permanente y hemos de asumir el apoyo a nuestro «bloque», no importan las aberraciones que «los de nuestro bloque» cometan.
Cuando se ponen argumentos sobre la mesa, eso es secundario. Primero ya anímicamente se ha tomado la decisión de que uno quiere esto mas que lo otro, luego los argumentos, falsos o verdaderos es absolutamente secundario, se pondrán los argumentos que mejor parezcan para aparentar rectitud, a sabiendas de que no hay rectitud, sino la propia querencia y que la moral en ello no pinta nada. Por eso todos estos diálogos sobre Palestina no son diálogos sino pugilatos en los que una parte es absolutamente sucia. Lo que dirima la cuestión no será la razón ni la moral, sino la fuerza. Solo se puede ganar con la razón si esa razón se puede sostener con la fuerza. La astucia, por supuesto, también figura, pero será la astucia en el empleo de la fuerza. Por las buenas, los farsantes no van a ceder en nada nunca. Es muy asqueroso, pero es lo que es.