Febrero cerró con un acontecimiento que nos dejó conmovidos -y más rotos y doloridos. Aaron Bushnell, nos decía a través de un video en vivo: “Soy un miembro en servicio activo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y ya no seré cómplice de genocidio. Estoy a punto de realizar un acto extremo de protesta, pero en comparación con lo que la gente ha estado experimentando en Palestina a manos de sus colonizadores, este acto no es para nada extremo. Esto es lo que nuestra clase dominante ha decidido que será normal.” Luego, frente a la Embajada de Israel en Washington se inmolaba. Al grito de ¡Palestina libre! Aaron se consumía en las llamas. Para poco asombro del mundo y en medio de la crudeza del momento, un guardia de la Embajada le apuntaba con un arma, mientras otro lo rociaba con un extintor y le decía: “No necesito armas, necesito un extintor.” Aaron dio su vida por Palestina, hasta su último aliento pidió por su liberación.
No encuentro palabras suficientes que pueda escribir para honrar a Aaron Bushnell quien entregó su vida para alcanzar la justicia en un acto de protesta extremo. No podemos como humanidad permitirnos perder a personas como él. Disculpen porque no encuentro la forma de cerrar este párrafo. Aaron Bushnell, que descanses en paz.
Marzo comenzó con una presentación de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia referida a las violaciones de las normativas del derecho internacional llevadas adelante por Alemania, a quien acusa de apoyar la comisión del delito de genocidio en el Territorio Palestino Ocupado, particularmente en la Franja de Gaza.
Nicaragua le solicitó a la Corte que falle y declare que Alemania no ha cumplido con su obligación de prevenir el genocidio que se está llevando a cabo contra el pueblo palestino según las normas del Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos de 1977, como así también con los principios intransgresibles del derecho internacional humanitario. Nicaragua acusa a Alemania de proporcionar apoyo político, financiero y militar a Israel y de cortar los fondos destinados a la UNRWA, lo que pone en peligro la asistencia efectiva que puede brindar la organización, incluso pudiendo favorecer a su desaparición y facilitar así la comisión y el encubrimiento de violaciones graves del derecho internacional.
Nicaragua le solicita a la Corte medidas contra Alemania para que suspenda de forma inmediata su ayuda y asistencia militar a Israel. Solicita que garantice que las armas que ya le han sido entregadas a Israel no se utilicen para cometer genocidio, ni para violar el derecho internacional humanitario y que Alemania revierta su decisión de suspender la financiación de la UNRWA como parte del cumplimiento de sus obligaciones de prevención.
El 6 de marzo, Sudáfrica ha vuelto a presentarse ante la Corte Internacional de Justicia con una nueva solicitud de medidas urgentes, dada la situación de hambruna generalizada y las continuas violaciones explícitas de Israel a las anteriores medidas cautelares dictadas por la Corte el 26 de enero de este año.
Sudáfrica solita que se llegue al fin de los combates y hostilidades y se libere a todos los rehenes y detenidos de forma inmediata. Asimismo, solicita que el Estado de Israel tome las medidas necesarias para que se permita la prestación de servicios básicos y la asistencia humanitaria de los palestinos en Gaza, suspendiendo las operaciones militares, levantando el bloqueo y rescindiendo de medidas y prácticas, que directa o indirectamente, obstruyan el acceso. Se insta a que Israel garantice el suministro de alimentos, agua, combustible, alojamiento, ropa, higiene y saneamiento adecuados y suficientes, junto con asistencia médica, incluidos suministros y apoyo médico. Finalmente, una vez más, se le solicita a Israel que presente un informe sobre sus acciones ante la Corte.
Finalmente, Sudáfrica resalta que Israel no ha acatado a las órdenes dictadas por la Corte, y que sus conductas genocidas se han redoblado, demostrando “desprecio por la Corte y su Orden en lo que ha hecho.” Pero también resaltó que este desprecio se ha demostrado en los dichos de Israel, cuando argumentan que la Corte no le ha impuesto medidas adicionales en cuanto a sus operaciones militares, porque ya los estaba cumpliendo. Los actos, omisiones y las declaraciones deliberadas de altos funcionarios israelíes demuestran para Sudáfrica la necesidad de “hacer más que reiterar” al Estado de Israel que está obligado a cumplir con sus obligaciones como Estado parte de la Convención contra Genocidio y con las medidas ya dictadas por la Corte.
Las denuncias ante los organismos internaciones de justicia no son dirigidas exclusivamente a Estados. Así lo demuestra el caso presentado ante el Tribunal Penal Internacional en el que fue denunciado el Primer Ministro australiano, Anthony Albanese, como cómplice de genocidio, al apoyar las acciones de Israel en los territorios palestinos. Siendo esta la primera vez que se lleva ante el Tribunal a un mandatario en función por la situación de genocidio en Gaza, el equipo de abogados Birchgrove Legal, se ampara en el artículo 25 del Estatuto de Roma sobre “responsabilidad penal individual”.
Sostienen que el gobierno australiano está dando apoyo político a las acciones de Israel y que esto ha quedado claro en las declaraciones del Primer Ministro y otros miembros del parlamento, incluido el líder de la oposición.
El equipo de abogados ha declarado que el Primer Ministro es cómplice y responsable penal individual respecto de la situación en Gaza. También se acusa al gobierno de Albanese de detener el envío de fondos a la UNRWA y del suministro de armas a Israel que pueden ser utilizadas en la comisión de crímenes de lesa humanidad y genocidio. En la denuncia incluyen que han tomado conocimiento sobre que en Oriente Medio se encuentra un contingente militar australiano del que no se conoce su ubicación ni su rol de acción.
La sociedad civil internacional se hace escuchar, planteando demandas claras a sus gobiernos en pos de no continuar asistiendo a Israel en su genocidio contra el pueblo palestino. No necesitamos armas, necesitamos extinguir el odio, la deshumanización y los crímenes. Palestina y su pueblo necesitan ser libres, reconstruirse en libertad y respeto de sus derechos humanos. El mundo lo demanda.
“Que las llamas sean de una hoguera que invita al reencuentro, la reconstrucción y la paz.”
En honor a Aaron Bushnell y a los millones de palestinas y palestinos que hasta hoy resisten.
Fuentes: https://www.icj-cij.org/home
https://www.un.org/spanish/law/icc/statute/spanish/rome_statute(s).pdf
Ya no quedan palabras. Satanás manda y el mundo le obedece. Los que quisieran parar esta maldad no tienen poder para hacerlo. Que Dios socorra a los palestinos y dé poder para hacerlo a quienes quisieran parar este horror.
• El gobierno australiano (laborista, es decir: «progresista», de «izquierda») de Antonio Albanese no hace más que ser consecuente con la política de sus antecesores (laboristas, conservadores, liberales, agrarios, proteccionistas) durante el siglo XIX y gran parte del XX: exterminio de las poblaciones nativas en nombre de la Civilización Occidental, el Progreso y la Apertura de «Espacios de Libertad».
• Y el Estado Sionista está ejecutando lo que demandaba la también laborista (y no por ello menos nacionalista etnicista) Golda Meir: exterminar a la población étnicamente antagónica como Occidente permitió a los nacionalistas checos entre 1945 y 1948 hacerlo con la población germana en Los Sudetes, Chequia y Bohemia.
• Y resalto lo de laborista pues aún tenemos que romper ese prejuicio, sin fundamento alguno, que los considerados progresistas son menos fanáticos supremacistas que la llamada «derecha», o menos genocidas cuando se ponen a ello. No en vano, fue el Partido Demócrata quien impulsó el exterminio de todas las naciones amerindias al Este del Missisipi, fue el mismo partido quien creó el KKK, es el principal impulsor de las políticas identitarias dentro y fuera de EeUu, y el mayor sustento del nacionalismo ucraniano que busca «purgar la patria» y ha provocado la guerra en su país.