¿Cómo escribir después de Gaza?
¿Y cómo no escribir?
No es sangre sino luz.
No son cuerpos troceados sino memorias rotas
respirando terribles emociones.
Pero también el sueño indestructible
de nuestro renacer desnudos y abrazados
al corazón del mundo mientras vuelan
las balas cercenando y congelando hijos.
Igual que la noche sigue al día, el sol
teme a la noche candorosa ahora
que el horror se hace eterno, mil veces tenebroso,
en Auschwitz antes como ahora en Gaza.
Incendiados temores sobrevuelan
esta noche despierta de promesas.
En una sombra brillan las canciones
como espectros violentos y sinuosos.
Resistencia consciente del amor
en las entrañas de la muerte.
La justicia divina nos convoca
a morir esta noche perdidos entre escombros
o a soñar otro cuerpo y otra travesía.
Resistencia imposible del corazón desnudo
ante el incendio de la usura.