Al mulk en el Qur’an, siempre ha sido traducido por el reino, el dominio. De mulk deriva malik: ‘rey’, plural mulúk: ‘reyes’. Y así aparece en todos los léxicos, pero hay algunos casos donde traducir mulk como reino no parece encajar.
Por ejemplo :
«Y cuando Moisés dijo a su pueblo: «¡Pueblo! Recordad la gracia que Al-láh os dispensó cuando suscitó de entre vosotros a profetas y os hizo reyes, dandoos lo que no se había dado a ninguno en el mundo».5:20
¡Los hijos de Israel eran reyes! En aquel tiempo lo más seguro es que los reyes fueran otros, pero muchos intérpretes clásicos buscaron cómo hacer encajar la situación que vivían los hijos de Israel en aquel momento, con… ¡ser reyes!, pues muchos de ellos (Tabari, Qurtubi, Ibn Kathir…) dijeron que «solo el hecho de tener una casa, una mujer y un servidor, esto es ser rey».
Otros como Razi intentaron resolverlo diciendo, entre otras cosas, que el hecho de no ser esclavo era … ser rey.
¿Podría ser que la palabra mulk tenga que ver con algo que esté en la misma aleya? («..suscitó de entre vosotros a profetas y os hizo mulúk, dandoos lo que no se había dado a ninguno en el mundo…»).
Algo relacionado con «profetas» y con «lo que no se había dado a ninguno en el mundo» en aquel momento. ¿Puede ser el conocimiento divino?
Esta hipótesis la confirma la aleya siguiente:
«¿O es que envidian a otra gente por lo que Dios les ha concedido de Su favor? Pues dimos a la Casa de Abraham la revelación y la sabiduría, y les concedimos un mulk inmenso: de ellos, algunos creen en él, y otros se han apartado de él .» 4:54
Algunos creen en ese inmenso mulk… otros no creen en él.
¿Cuál puede ser ese inmenso mulk, si no es la herencia del conocimiento profético?
Ni Ibrahim (p y b) era rey, ni la herencia que dejó era el poder y el dominio, sin embargo si se sabe de sobra lo que heredaban los hijos de Ibrahim (p y b), era el saber acerca de Al-làh y la ciencia profética.
El final de la aleya dice acerca de ese inmenso mulk que heredó la familia de Ibrahim: «…de ellos, algunos creen en él, y otros se han apartado de él…»
Está claro que no se trata de poder ni reino, sino del saber divino y las recomendaciones de Al-láh, el auténtico mulk de los profetas; algunos creen en él, otros se niegan y se oponen a él, de esto va el contexto si seguimos con las aleyas:
«…de ellos, algunos creen en él, y otros se han apartado de él… ciertamente, a los que se empeñan en negar la verdad de Nuestros mensajes les haremos sufrir el fuego… Pero a quienes alcanzan la fe y hacen el bien, les haremos entrar en jardines por los que corren arroyos…».
La herencia de los profetas es la sabiduría y el conocimiento divino, a esto se refería el profeta Zacaria (p y b) cuando imploró: «Temo, en verdad, por [lo que será de] mis parientes cuando yo no esté, pues mi mujer siempre ha sido estéril. ¡Concédeme, pues, de Tu gracia, el regalo de un sucesor que sea mi heredero y también heredero de la Casa de Jacob; y haz que sea, Oh Sustentador mío, grato a Ti!» 19:1
Sin duda no era ninguna herencia de tipo material ni ningún reino, porque cuando se realizó su ruego, se le dijo:
«¡Oh Zacarías! Te traemos la buena nueva [del nacimiento de] un hijo cuyo nombre será Juan […] [Y cuando el hijo hubo nacido y creció, le fue dicho:] “¡Oh Juan! Aférrate a la escritura divina con [toda tu] fuerza!” –pues le dimos sabiduría siendo un muchacho..» 19:7 y 12
Lo mismo ocurre en el caso de Sulaiman y su padre Dawud (p y b), cuando el Qur’an hablaba de la herencia de Sulaiman, no se refería a ningún reino, sino al saber divino, porque cuando dice que Sulaiman heredó de Dawud, el contexto era el conocimiento divino:
«Y, EN VERDAD, dimos el conocimiento [de la verdad] a David y Salomón; y ambos solían decir: «Toda alabanza pertenece a Dios, que nos ha favorecido [de esta forma] sobre muchos de Sus siervos creyentes!» Y [en esta perspicacia] Salomón fue [verdaderamente] heredero de David; y decía: «¡Oh gentes! Nos ha sido enseñado el lenguaje de tayr ..»1
Esta opinión se apoya además con el hadiz recopilado por Bujari, Muslim y Ahmad, que habla de herencia de bienes: «nosotros los profetas no dejamos herencia…»
Considerando la aleya del encuentro de Ibrahim con el poderoso incrédulo:
«¿NO HAS SABIDO de aquel [rey] que discutió con Abraham acerca de su Sustentador, [sólo] porque Dios le había dado la el mulk? He ahí, que Abraham dijo: «Mi Sustentador es quien da la vida y da la muerte.» [El rey] respondió: «¡[También] yo doy la vida y doy la muerte!» Dijo Abraham: «¡En verdad, Dios hace que el sol salga por el este; hazlo tú, pues, salir por el oeste!» Así fue confundido el que se obstinaba en negar la verdad: pues Dios no guía a gentes que [deliberadamente] hacen el mal.» 2:258
Se ve que Asad ha puesto en su traducción «[rey]» designando al hombre poderoso, cosa que no está en el texto original, por influencia del significado convencional del término mulk, creyendo que el que ha recibido el mulk de Al-làh era el hombre poderoso y por ello era el rey .
Razi llega a la conclusión de que «…lingüísticamente, el que ha recibido el mulk era Ibrahim, porque es el nombre que más cerca está del pronombre… y el mulk en este caso seria; el poder de la profecía». Esta opinión de Razi refleja que hay quienes piensan que el mulk era el saber profético.
El gran mulk de Ibrahim, era su mil-la, el legado que heredaron los profetas después de el, cada uno insistía en ella con sus hijos:
«Y esto fue lo que Abraham legó a sus hijos, y [lo mismo hizo] Jacob: “¡Oh hijos míos! He aquí, que Dios os ha escogido la fe más pura; no dejéis que os sobrevenga la muerte sin haberos sometido a Él»… dijo a sus hijos: “¿A quien adoraréis cuando yo ya no esté?” Ellos respondieron: “Adoraremos a tu Dios, el Dios de tus padres Abraham, Ismail e Isaac, el Dios Unico; y a Él nos sometemos.» 2:132-133
El gran mulk de la casa de Ibrahim no era ni el poder ni el reino, aunque Yusuf (p y b) alcanzó un cierto nivel social en Misr, lo que realmente contaba para él era el legado, el favor que Al-làh concedió a la casa Ibrahim:
«y sigo la creencia de mis antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Es inconcebible para nosotros atribuir divinidad a algo junto con Dios: esto es [fruto] del favor de Dios hacia nosotros y hacia toda la humanidad pero la mayoría de la gente no es agradecida.» 12:38
Y sin duda a eso se refería con la palabra mulk cuando dijo:
«¡Oh Sustentador mío! Tú me has concedido algo del mulk y me has impartido cierta comprensión del significado profundo de los acontecimientos. ¡Creador del cielo y de la tierra! Tú eres mi protector en este mundo y en la Otra Vida: ¡haz que muera estando sometido a Ti, y reúneme con los justos!» 12:101
…El mulk y… comprensión del significado profundo…
…tienen mucho que ver.
Luego, siguiendo el contexto en la aleya que sigue, se expone lo que es el mulk de Muhammad (p y b), siempre relacionado con la historia de Yusuf (p y b) :
«¡Oh Sustentador mío! Tú me has concedido algo del mulk y me has impartido cierta comprensión del significado profundo de los acontecimientos. ¡Creador del cielo y de la tierra! Tú eres mi protector en este mundo y en la Otra Vida: ¡haz que muera estando sometido a Ti, y reúneme con los justos!” ESTO ES UNA reseña de algo que estaba fuera del alcance de tu percepción y que [ahora] te revelamos, [Oh Profeta:] pues tú no estabas con los hermanos de José cuando acordaron lo que iban a hacer y tramaron sus planes [contra él].» 12:101-102
Era la conclusión de la asura de Yusuf, la misma sura empieza tratando y exponiendo lo mismo, la revelación, el mulk de los profetas:
«Alif. Lam. Ra. ESTOS SON MENSAJES de una revelación clara en sí misma y que muestra claramente la verdad: ciertamente, la hemos hecho descender como un discurso ‘arabiyan2, para que podáis abarcarla con vuestra razón. En la medida en que te revelamos, [Oh Profeta,] este Qur’an, te lo explicamos de la mejor forma posible, ya que antes eras, ciertamente, de los que desconocen [qué es la revelación].» 12: 1-2-3
Hay que señalar que esta opinión (el mulk de los profetas es el saber concedido por Al-làh) no es nada nueva, muchos de diferentes épocas y diferentes escuelas de pensamiento la adoptan, como Furàt Al-kufi de la escuela zaidí (tercer siglo), Tabatabai de los shia duodecimanos (siglo pasado), Sheij Ismail Kibsi de los contemporáneos…