Las declaraciones del Presidente J. Milei han sido tomadas con preocupación en Argentina, mientras que en Israel ha sido todo lo contrario. El Primer Ministro B. Netanyahu expresó su contento en un post de la red X (Twitter) ante las declaraciones del mandatario argentino, a quien recibe con una “calurosa bienvenida” y lo llamó “querido amigo”. El Presidente de Israel, también se expresó al respecto, Isaac Herzog declaró que Israel recordará el apoyo brindado por J. Milei y lo definió como uno de los “líderes más importantes” en brindarles apoyo en “tiempos terribles”.
Cabe recordar que el plan de traslado de la Embajada a Jerusalén, ya había sido anunciado con anterioridad por el Presidente Milei, junto a su firme decisión de declarar al grupo palestino Hamas como terrorista. Hoy Israel festeja que “haya cumplido su promesa”. Para el día miércoles se esperan las reuniones entre Milei y Netanyahu para concretar propuestas que fortalezcan las relaciones entre ambos países. La visita del mandatario argentino incluye también presentarse en el Muro de los Lamentos y visitar a las familias de los rehenes.
Frente a los dichos del Presidente argentino, Hamas emitió un comunicado en el que condena el anuncio porque representa una ilegalidad frente a las normativas del derecho internacional, como así también consideran que es una decisión “injusta y equivocada”. Cabe destacar que Palestina cuenta con Embajada en la República Argentina y que fue reconocida como Estado independiente.
Las declaraciones del Presidente Milei se dan en un contexto que lo contraria. A nivel internacional tiene una opinión pública global que condena el accionar bélico de Israel con masivas manifestaciones. El juicio en la CIJ por genocidio que inició Sudáfrica y al cual han brindado apoyo numerosos países incluso de LATAM, ha tenido un fallo que dictaminó medidas cautelares en total oposición a los pedidos de Israel, más las demandas que se plantean presentar contra Estados Unidos y Reino Unido por complicidad en el delito de genocidio.
A nivel nacional, la Argentina atraviesa una de sus peores crisis a nivel económico y social por las medidas adoptadas por el gobierno libertario. Con manifestaciones del pueblo que son violentamente reprimidas, el descontento argentino por la inflación, la liberación de los mercados y la caída del consumo son solo algunos de los reclamos más visibles.
El pueblo argentino se enfrenta hoy a una realidad cruenta que está dejando sin posibilidad de hacer frente a las necesidades básicas a un gran número de personas. Todos los sectores han sido alcanzados por políticas que ignoran derechos y garantías del pueblo argentino. La “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, llamada Ley Ómnibus, ha impactado en todas las áreas bajo el pretexto de “la necesidad y la urgencia”: salud, ambiente, educación, empleo, cultura, seguridad social, niñez, turismo, justicia, seguridad y defensa, sistema electoral, política fiscal, deuda, desregulación económica y reorganización administrativa, esta ley es un quiebre para la Argentina en un momento frágil a nivel económico y social.
Con una escalada de violencia social y con discursos deshumanizantes que impregnan la arena política, hoy la Argentina suma un nuevo conflicto: posicionarse como aliado de un Estado que está perpetrando una de las masacres más condenadas de la reciente historia mundial.
La decisión de J. Milei de emprender este viaje ha sido ampliamente criticada en Argentina: por un lado, se ha criticado el escaso conocimiento en política exterior que demuestra el nuevo gobierno en sus declaraciones irresponsables y contrarias a la tradición de la Argentina que representaba y velaba por los intereses nacionales. Esto no sólo se da en el marco del conflicto entre Palestina e Israel. Las irresponsabilidades en política exterior han ocurrido con anterioridad, por ejemplo, con las declaraciones sobre Taiwán que causaron desavenencias con China, y como más recientemente, los dichos del Presidente Milei en contra del Presidente Gustavo Petro de Colombia. Las tensiones diplomáticas se están planteando como un rasgo distintivo de este gobierno.
Por otro lado, se ha criticado el hecho de haber viajado a Israel, sin siquiera haber recorrido aún las provincias del país y desatendiendo los enormes conflictos presentes, como los incendios que azotan la Patagonia argentina. La expresa preocupación que muestra el Presidente argentino por el pueblo israelí no es aceptada y se critica que no tiene la misma actitud frente a su pueblo. En diciembre pasado, un fuerte temporal causó daños y víctimas mortales en la localidad de Bahía Blanca, el Presidente Milei se presentó en la ciudad sin prestar la atención necesaria frente a la tragedia y con su característico discurso indolente.
Con los fantasmas de dos atentados, Argentina hoy es rehén de un gobierno que parece no escuchar al pueblo. Con el Congreso en pleno debate por la Ley Ómnibus, con una crisis que plantea cada vez más sufrimiento social y un ahogo económico cruento, la política exterior sitúa al país en una encrucijada impensada y temerosa.
Argentina, no llores, resiste.
Es patente que para cualquier sionista de cualquier parte 1º es el estado sionazi y después tambien el estado sionazi y después, lo que quede ya se verá lo que se hace con ellos que mejor sirva al estado sionazi. El estado sionazi es un Dios y esperar que un sionazi vaya a atender a otros «deberes» son delirios optimistas. ¡Cómo es de sentir por Argentina, que ya llevaba mucho tragado y que no es de prever que le quede menos con estos seres depravados! A ver cual de las fieras se lleva el pedazo más grande parecen.En fin que Dios se apiade de Argentina y de todos nosotros.