La comunidad palestina cristiana en América latina y Chile es una de las más numerosas y antiguas fuera de Oriente Medio. Se estima que hay entre 300 000 y 500 000 personas de origen palestino en Chile, y unas 280 000 en Honduras, los dos países con mayor presencia de esta colectividad en la región.
Los primeros palestinos que llegaron a América latina lo hicieron a finales del siglo XIX, huyendo de la opresión del Imperio Otomano y buscando oportunidades económicas y sociales. La mayoría eran cristianos ortodoxos o católicos, y se dedicaron al comercio, la agricultura y la industria. Algunos se establecieron en ciudades como Buenos Aires, Lima, San Salvador o Ciudad de México, pero la mayor concentración se dio en Chile, especialmente en Santiago y Valparaíso.
Los palestinos en Chile se integraron rápidamente a la sociedad chilena, adoptando el idioma, la cultura y la ciudadanía del país. Sin embargo, no renunciaron a su identidad palestina, y mantuvieron sus tradiciones, su religión y sus lazos con la tierra de sus ancestros. Crearon instituciones como el Club Palestino, el Hospital Árabe, la Federación Palestina, la Fundación Belén 2000 y la Comunidad Palestina de Chile, que les permitieron preservar y difundir su patrimonio, así como apoyar la causa palestina en el ámbito político, social y humanitario.
La comunidad palestina cristiana en Chile ha demostrado una gran solidaridad con el pueblo palestino que vive bajo la ocupación y opresión israelí, y ha denunciado las violaciones de los derechos humanos, el bloqueo, los asentamientos y la limpieza étnica que sufren los palestinos en Gaza y Cisjordania. También ha expresado su apoyo a la solución de dos estados, el derecho al retorno de los refugiados y el reconocimiento de Palestina como Estado soberano y miembro de las Naciones Unidas.
La comunidad palestina cristiana en Chile es un ejemplo de cómo se puede mantener una identidad dual, sin renunciar a las raíces ni al compromiso con la justicia y la paz. Es una comunidad que ha aportado al desarrollo de Chile y de América latina, y que ha mantenido vivo el sueño de una Palestina libre y digna.
La Profesora hispanista de la Universidad de Cleveland Heba Elattar amablemente nos ha facilitado los siguientes vídeo-reportajes que nos desvelan esta realidad tan desconocida para muchos.
Me parece un hermoso homenaje a la labor y el valor de la emigración en general. Siempre enriquece y en particular de la diáspora palestina, que tan bien sabe convertirse e arte del país y al mismo tiempo guardar su tesoro particular de alma recuerdos de la patria ancestral. Con la manipulación que se ha hecho de todo el panorama oriental sobre todo del mundo musulmán también es un respiro que se nos deje ver que los árabes también son cristianos y no menos árabes que los otros y que el conjunto de todos siempre es entrañable y crea esos ambientes únicos eso, tan entrañables, tan de hogar.